Esto me reafirma en que no equivoque
al escoger para los papeles a Anna, Marina y Ángel. Decir tus diálogos a 40
metros de altura, sufriendo vértigo, y que además seas convincente.
Me imagino que no hace falta que diga
que aquella estructura temblaba por todos lados, y más con el fuerte viento que
nos acompaño.
En la estructura tuve que coger la
cámara, y Lucía hacer el sonido, ya que había diferentes miembros del equipo,
que como he mencionado antes, sufrían vértigo, y decidieron no subirse... algo
que se agradece no ser muchos allí arriba.
Buscando y buscando, haciendo
kilómetros y kilómetros, conseguí dar con ésta antigua colonia, donde pudimos
rodar los planos del francotirador, y atrezzar una de las habitaciones como el
despacho del vampiro. Al ser un complejo tan, pero que tan antiguo, las puertas eran más bajas y estrechas de lo normal, así que tuvimos que desmontar todos los muebles para poder meterlos dentro del futuro despacho de vampiro, y volverlos a montar una vez dentro.
Fueron dos días rodar allí, en medio
de la montaña, pensando que estaríamos en soledad total. Y resultó que nos
visitaron el equipo de rodaje de un cortometraje que buscaba localizaciones, y
un antiguo trabajador que iba con su mujer a visitar el complejo donde dedicó
tantos años de su vida, y muy amablemente nos explicó la historia del lugar.
Lucía Sances no pudo venir dos fines
de semana por motivos "académicos". A Lucía siempre se le hecha de
menos, y más en esos fines de semana. Entre mi ayudante de dirección, Isaac
Gómez, y yo, ambos con experiencia en ese campo, realizamos la fotografía de
casi todos los planos en la mansión, y alguna secuencia corta en exteriores.
Mientras filmábamos en la mansión,
estuvo lloviendo durante cuatro días como hacía años que no veían por allí. Al
día siguiente de rodar el plano en el bonito techo donde Ula les advierte:
"No os acerquéis a las sombras, recordad que los Antiguos...", dicho
techo se vino abajo debido a toda el agua que se filtró.
El primer día que filmamos en la
mansión acabamos de noche. Nuestra persona de producción, Carlota, hizo los mil
metros lisos cuando se asusto al confundir a Marina Fita con
"alguien" que venía a la mansión.
Terminó la curiosa y divertida jornada
con nuestro sonidista, José Prior, haciéndonos un recorrido con focos en plan
parodia/Iker Jimenez, por el inmueble. Aunque divertido, en la mansión fue
bastante duro por el frío de humedad que allí dentro se acumulaba, y a las seis
de la mañana ya tenías que estar en pie. Los técnicos y sobretodo los actores
se comportaron como héroes aguantando aquel frío.
Aquí me tenéis jugando con el fusil de
francotirador mientras se viste Carlos Álvarez para dicho papel.
Los
fotógrafos:
Isaac Gómez
Andrea Peñalva
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